Diferencias entre ecológico y natural
Natural y ecológico no son términos intercambiables.
Lo natural vende y las empresas se han rendido al término y lo utilizan aunque los productos que vendan estén sobresaturados de ingredientes nocivos.
Frases como “libre de hormonas” “sin conservantes” o “producto 100% natural” intentan confundir a los consumidores haciéndoles creer que lo los productos que compran están libres de químicos sintéticos.
En algunos productos puede que la información sea veraz pero en la mayoría de los que ostentan el título de natural se pueden encontrar todo tipo de sustancias de dudosa naturalidad. En algunos casos para descifrar las etiquetas de estos productos tan naturales hay que recurrir a un experto en química.

Ecológico/Orgánico/Bio/Biológico
Son sinónimos protegidos por la ley para designar exclusivamente alimentos y productos certificados y etiquetados según la normativa del país o grupo de países que las hayan elaborado.
En España nos regimos por la Normativa Europea. Reglamento (CE) nº 834/2007, que aplican las comunidades autónomas y organismos de control privado.
Los productos certificados como ecológicos han sido supervisados por un organismo de control autorizado y ostentan una etiqueta numerada que garantiza que:
Proviene de un sistema de producción medioambientalmente respetuoso
No han sufrido alteraciones genéticas
No contiene ingredientes genéticamente modificados
No contiene restos de pesticidas
No contiene productos químicos de síntesis
Natural/Sano/Sin
Son términos genéricos que utilizan las marcas comerciales en sus campañas de marketing o incluyen en el etiquetado de sus productos para atraer la atención de los consumidores.
La falta de información al respecto es la ventaja de muchas empresas para vender productos. Con una información veraz sobre los ingredientes o materias que utilizan serian invendibles en una sociedad cada día más concienciada con la protección del medio ambiente y lo saludable.
Estos términos se pueden utilizar sin que las empresas que lo hacen incurran en ningún delito ya que no están protegidos ni sometidos a una normativa específica de uso.
En estos momentos, gracias al acceso fácil a todo tipo de información y a la difusión que puede adquirir una noticia en Internet, los consumidores tienen un poder de decisión enorme y pueden y deben hacerle ver a las empresas que la producción sostenible es la única que garantiza la conservación del planeta para las futuras generaciones.