Es un proceso registrado que garantiza la actividad biológica del Aloe a través de un método de estabilización patentado.
En este proceso se contempla el Aloe Vera desde su cultivo, certificando que las plantas se obtienen si la utilización de fertilizantes químicos, pesticidas o herbicidas, pasando por la cosecha y el procesado y el envasado.
El método para el procesado, junto con el cultivo natural es el que otorga al Aloe su alta calidad. El jugo de Aloe se procesa utilizando tecnología de última generación y técnicas desarrolladas que consiguen que el Aloe sobrepase los estándares establecidos por de la International Aloe Science Council (IASC), un Organismo Internacional de Certificación que garantiza el contenido y la pureza.